Son aguas con componentes minerales, los cuales favorecen la curación de ciertas enfermedades. Los balnearios se construyen en los manantiales para dar sus tratamientos basados en las aguas. En españa existen más de 2000 manantiales de aguas minero-medicinales.
La Sociedad Española de Hidrología Médica, dice que: existen diversas clasificaciones de las aguas mineromedicinales, siendo la más usada la clasificación química por el contenido aniónico/catónico predominante, donde un anión/catión debe aparecer más del 20% de la mineralización global para clasificar el agua como tal. Se debe saber que un agua mineromedicinal puede compartir características de la siguiente clasificación con oligoelementos responsables de otras acciones.
Predomina el anión bicarbonato y su mineralización global es superior a 1g/L. Son aguas alcalinas y frías, de baja mineralización y de carácter diurético que actúan sobre el metabolismo en general. Si se toman en grandes cantidades durante las comidas, ayudan a facilitar la digestión, estimulando la secreción pancreática. Si se toman en ayunas, atacan a la acidez gástrica, ya que alcalinizan el pH gástrico. La manera más común de tomarlas es en bebida. Están en : Mondariz, Marmolejo...
Existen diversos tipos al mezclar su composición con otros minerales:
Son aguas profundas, relacionadas con fallas volcánicas y filones metálicos. Predomina el anión cloruro y los cationes predominantes suelen ser el sodio, el calcio o el magnesio. La mineralización total debe superar 1 g/L. En españa, se encuentran en: Fortuna, Fitero, La Toja, San juan de la Font Santa... Se agrupan según su mineralización en:
Sus acciones dependen de los sistemas orgánicos de la mineralización total del agua y de la vía de administración. Si se beben, estimulan la secreción gástrica y el peristaltismo intestinal. En forma de baños, como son hipertermales disminuyen la contractura muscular, aumentan el flujo sanguíneo y tienen una función analgésica. Si contienen sodio, tienen efecto antiinflamatorio. Se aplican también en duchas, chorro y piscinas, aumentando así las defensas de la piel y mucosas. Estas aguas estimulan las funciones endocrinas, orgánicas y metabólicas.
Son estimulantes de múltiples funciones Se suelen usar en reumatología, dermatología, ORL, afecciones respiratorias crónicas, y en estados de agotamiento psicofísicos.
El hierrro (más de 1 mg/l) es el mineral que predomina en estas aguas, aunque suele ir acompañado de sulfatos o bicarbonatos. La biodisponibilidad del hierro en estas aguas es muy alta por la presencia de otros oligoelementos. Su principal línea de tratamiento son las enfermedades de la sangre, ya que son consideradas como reconstituyentes. Enfermedades como la anemia, los trastornos de desarrollo en la infancia como al obesidad infantil, los trastornos hepato-biliares son tratados con las aguas ferruginosas. Existen en Graena, Incio, Fuencaliente...
Contienen mas de 1mg/L de azufre bivalente, normalmente bajo las formas de ácido sulfhídrico y ácidos polisulfhídricos. Por ello poseen un olor similar a huevos podridos. El azufre puede venir dado por materia orgánica: algas (baregina), y bacterias (sulfobacterias o sulfuraria).
Existen dos tipos: sódicas o cálcicas. Son aguas hipertermales, con un pH de 6.5. Salen en: Cuntis, Caldas de Bohi, Caballino, Lugo, Archena, Ledesma...
Esta agua tiene gran capacidad óxidorreductora sistemática. Ayudan en las enfermedades de las vías respiratorias, como la bronquitis, laringitis, rinitis crónica, asma bronquial; en las relativas a la piel: eczemas, psoriasis, queratosis, prurigos, y en los procesos ginecológicos y postoperatorios, reumatismos, afecciones hepáticas... No se deben tomar si se padece hipertensión o hemoptisis.
Predominan los aniones sulfato con diferentes cationes. La mineralización total debe superar 1g/L. Dependiendo de donde surja, su mineralización y temperatura pueden variar. Se encuentran en Cestona, Montanejos, Vallfogona...
Tipos:
Tienen en su contenido gas radón, el cual posee características sedantes y analgésicas, y se recomiendan para el estrés o la depresión. Son buenas para las afecciones circulatorias del aparato respiratorio y digestivo y los procesos alérgicos-reumáticos-metabólicos. Se debe saber que las dosis de radiactividad nunca suponen un riesgo. Están en Caldas de Bohí, Alange, Caldas de Oviedo...
Contienen una concentración mayor de 250 mg/L de carbónico libre.
Los baños gaseosos tienen múltiples beneficios: producen estímulos respiratorios, dilatan los vasculares, aumentan la contracción fibra miocárdica, y funcionan de sedantes del sistema nervioso vegetativo. Por vía oral son estimulantes de la secreción gástrica y del peristaltismo intestinal. Aplicadas en baños a temperatura 33-35ºC, mejoran las enfermedades cardíacas crónicas, la arteritis obliterante, las enfermedades vasculares periféricas y los reumatismos. Se encuentran en Gerona...
La forma en que el agua termal alcanza la superficie hace que varie su composición. Si el agua está muy caliente, alcanzando el punto de ebullición antes de llegar a la superficie, sólo sale vapor. Los gases se mezclan con aguas frías y se oxidan, creando manantiales ácidos, de un aspecto lodoso causado al corroer el agua ácida la roca del perímetro. Si los manantiales tienen agua neutra o alcalina, ésta sale limpia y transparente.
El agua llamada neutra, usada para comer, se puede considerar agua minero-medicinal a pesar de su baja concentración de sales disueltas.
Son aguas mineromedicinales que al surgir poseen una temperatura superior en cuatro grados centígrados a la media anual del lugar donde salgan. Se calienta el agua al pasar entre las distintas capas subterráneas, en las cuales las rocas están a alta temperatura. La existencia de minerales en su composición obtenidos de los lugares por donde pasa a través de disolución hace que estas aguas sean beneficiosas para el organismo.
Se debe saber que las aguas termales son también mineromedicinales, pero no todas las aguas mineromedicinales son termales, ya que existen aguas mineromedicinales frías.